Me tomó varios días a encontrar las palabras de tristeza que siento, después de saber que Daniel Greene había muerto.
Nunca tuve el privilegio ni la suerte de conocerlo en persona. Pero siento como si hubiese perdido a alguien de mi más íntimo entorno… Para mí, este hombre fue y sigue siendo mi profesor, mi mentor y por supuesto, un verdadero maestro.